Noche de San Juan

La de San Juan no es una noche como cualquier otra, una noche que trae consigo muchas tradiciones y ritos mágicos que aún viven en las costumbres campesinas y en las poblaciones que siempre han vivido tales costumbres en lo más profundo de sus corazones. La fiesta de San Juan coincide, además, con el solsticio de verano, que en el mundo pagano simbolizaba un rito de paso del dominio lunar al solar durante la noche más corta del año. También en esta larga noche de celebraciones, los habitantes de la ciudad se unían en rituales : quemaban viejas hierbas en la hoguera y recolectaban otras nuevas para tener un año de suerte, dinero y salud. La fiesta de San Juan Bautista representa el único caso en el que se celebra la fecha de nacimiento del Santo y no la de la muerte, y esto ya trae consigo un simbolismo de vida que comienza.

En esta noche, los planetas cargan las hierbas con virtudes, en primer lugar la hierba de San Juan, el hypericum, con sus flores de color amarillo dorado que florecen a fin de mes, coincidiendo con la llegada de la fiesta del santo. Una hierba extraordinaria utilizada para tratar heridas se creía que era beneficiosa.

Las hierbas deben de cosecharse en la oscuridad y si se pone una ramita compuesta de un poquito de cada una de estas debajo de la almohada antes de irse a dormir, trae dulces sueños premonitorios. Hierba de San Juan, artemisa, ruda, menta, romero, lavanda, son unas de las hierbas relacionadas con la eliminación de malas energías, la negatividad, y que traen prosperidad salud y buen humor.