Naturopatía

La naturopatía es una disciplina que busca eliminar los desequilibrios, malestares y enfermedades que aquejan al ser humano buscando lo que lo determina; para encontrar las causas, se basa en técnicas bioenergéticas y nutricionales y tiene una visión holística del ser humano, sin por ello descuidar los aspectos constitucionales de cada uno y las influencias ambientales a las que ha sido sometido.

La naturopatía no reemplaza ni pretende reemplazar la medicina tradicional ‘alopática’. Su objetivo principal es estimular la capacidad de autocuración del cuerpo humano. Devolverlo a su equilibrio inicial con el mundo natural, siguiendo las reglas de vida y ritmos lo más naturales y saludables posible.

Para ello, recurrimos a sugerencias sobre nutrición, sobre los estilos de vida correctos y recurrimos a remedios naturales. En particular, utiliza antibióticos naturales, hierbas medicinales y fitoterapia. Pero no solo eso: la cromoterapia, la iridología y la reflexología también sirven para desbloquear los nodos energéticos, siempre con el objetivo de mejorar la salud general, física y mental, del cuerpo humano.

Los cuidados del naturópata deben ayudar de forma espontánea a nuestro organismo a recuperar su alterado bienestar, gracias al uso de diversas técnicas naturales basadas en la capacidad innata de nuestro cuerpo para sentirse bien.

La base es siempre el concepto de energía vital que posee todo ser vivo, pero que varía con el tiempo y puede determinar un estado de salud o enfermedad. El naturópata evalúa la presencia de esta energía y ayuda a conservarla o reequilibrarla en caso de alteraciones.

La dieta es uno de los elementos fundamentales de la naturopatía, porque se puede controlar y te permite vivir con buena salud.

Importante respetar reglas para su estilo de alimentación:

preferir alimentos simples y naturales, de cultivos orgánicos, para revitalizar la energía: frutas y verduras de temporada que fortalecen el sistema inmunológico y regulan el intestino.

Evite los alimentos en conserva y precocinados: pueden desequilibrar la energía vital y provocar alergias, limitan la depuración natural del organismo.

Introduzca nuevos alimentos en la dieta: una dieta variada es menos aburrida y te permite ingerir todas las sustancias necesarias para el bienestar de nuestro organismo.

Bajar lo mas que se pueda el azúcar y sal, y en consecuencia poner un límite a los dulces, que promueven diabetes.

Preferir alimentos integrales, que estimulan la motilidad intestinal

Limitar las grasas animales y los alimentos en bolsas, que aumentan el colesterol y son perjudiciales para el sistema cardiovascular

Elegir las proteínas vegetales a las animales: mejores legumbres que la carne, reducir el consumo de leche y productos lácteos.